DECEPCIÓN Y OFENSA DE ISRAEL A LOS JUDÍOS AMERICANOS.
Sabemos que el apoyo de los judíos norteamericanos hacia Israel hasta el día de hoy ha sido incondicional, independientemente del gobierno en turno.
Además del apoyo económico, el cabildeo que realizan las distintas instituciones y organizaciones judías americanas a favor de Israel, es de suma importancia para el prestigio y el buen nombre del Estado en el mundo.
Según estadísticas, el 70% de los judíos norteamericanos pertenecen a comunidades conservadoras o reformistas.
El Muro de los lamentos o Muro occidental, es el lugar más sagrado para todos los judíos de cualquier corriente religiosa.
En el año 2000 se les otorgó informalmente a los conservadoras y reformistas un espacio de oración en el borde sur del muro occidental, separado de la plaza central donde rigen las reglas ortodoxas.
En este espacio supuestamente se podía manejar la liturgia a las formas conservadoras y reformistas, permitiendo que mujeres y hombres recen juntos, y con miras a permitir que las mujeres utilicen los elementos que según la halajá son propios de los hombres, como el uso de kipot o filacterias.
Sin embargo, hoy se vive tensión entre el gobierno y la ortodoxia judía de Israel, hacia dichas comunidades en su mayoría norteamericanos.
Se registraron disturbios, choques y agresiones por parte de la ortodoxia hacia las comunidades conservadoras y reformistas. Impidiéndoles realizar la liturgia según sus costumbres y formas, argumentando que es prohibido, pues no siguen las reglas de la Halajá.
Anteriormente se llegaron a acuerdos en el que el sitio actual se convirtiera en lugar permanente para la liturgia de dichas comunidades.
Ahora, para sorpresa de los judíos americanos el gobierno israelí -ha suspendido el plan para crear un espacio de oración igualitario permanente en el Muro Occidental [1].
El gobierno ha cedido ante las exigencias y demandas de la ortodoxia, logrando frenar el proyecto, incluyendo la clausura del espacio provisional donde les estaba permitido rezar.
Las respuestas de rechazo y repudio por parte de las comunidades norteamericanas no se hicieron esperar.
Decepcionados y enfurecidos los judíos americanos han sufrido lo que ellos perciben como una traición, ante la ingratitud de el gobierno de Israel hacia los esfuerzos y lealtad incondicional que han tenido a través de la historia del Estado.
Ellos mismos son los que cada año donan cientos de millones de dólares a Israel.
La ofensa ha provocado que importantes filántropos judíos norteamericanos hayan suspendido sus aportaciones económicas para proyectos israelíes.
El nivel de asombro y ofensa ha llegado a los oídos del Primer Ministro, sin embargo tal y como parece, ahora en su agenda este tema no es de relevancia, para Netanyahu es imprescindible el apoyo de la comunidad ortodoxa, pues es la manera en que se mantiene en el poder; si se negara a sus exigencias, su coalición y su gobierno caerían, riesgo que para él es más importante ahora que la relación y apoyo de los judíos norteamericanos.
El gobierno israelí avanza en el reforzamiento el monopolio ortodoxo. Ignorando la importancia de la pluralidad y de la libre expresión religiosa.
- En los periódicos israelíes, afirmaron que las decisiones del gobierno "envían un mensaje excluyente y totalmente inaceptable, los temas en juego van al corazón mismo de la libertad religiosa y la democracia en Israel y de quién es considerado judío".[2]
[1] http://www.haaretz.com/opinion/.premium-1.800322
[2] http://www.haaretz.com/opinion/.premium-1.800322